domingo, 13 de septiembre de 2015

Terapia Miofascial

Después de un fin de semana intenso introduciéndome o induciéndome en el mundo de las fascias y la liberación miofascial os cuento un poco de que va esta terapia. 


Estos días he descubierto la importancia de las fascias (membrana fibrosa de color blanco, muy resistente, que sirve de envoltura a los músculos y como medio de unión a partes móviles): 
  •  Organiza y separa músculos, órganos y resto de estructuras.
  •  Proporciona protección y autonomía: absorbe los impacto.
  •  Sirve de almacenamiento de tóxicos.
  •  Establece relaciones espaciales: con ella el cuerpo humano mantiene sus           volúmenes.
  •  Su principal componente es el colágeno (otras son elastina y reticulina) quien le da su propiedad de Trixotropia, capacidad de un tejido de licuarse cuando lo calentamos y volver a solidificarse al enfriar, la cual nos hace posible desarrollar la terapia de liberación miofascial.

La terapia miofascial
     
        Con ella realizamos una estimación mecánica del tejido conectivo, es decir, eliminar restricciones y restablecer el equilibrio del sistema fascial, conectando todo el cuerpo. De ahí los diferentes problemas que pueden aparecer por otros problemas aparentemente ajenos en zonas muy distantes.
Inducción miofascial infrapatelar

Muchas de sus aplicaciones son en dolores vertebrales, cefaleas de origen mecánico, fascitis plantar, latigazos cervicales, disfunciones tendinosas...

A la derecha os muestro una imagen de la inducción miofascial bajo la rótula de este fin de semana. Es muy utilizada en problemas de condromalacia rotuliana o para liberar la rodilla de muchos más problemas. El fisioterapeuta, el único profesional con conocimientos para poder desempeñarla.

En los últimos años, esta terapia cuenta con gran importancia dentro de la fisioterapia por numerosos estudios que la evidencian.

Una reseña importante es que en algunas ocasiones el paciente puede comenzar a llorar de manera involuntaria, es la forma de eliminar toxinas (se dice que por posibles recuerdos de golpes que se han recibido en la infancia). En caso de ser un llanto desagradable, o de comenzar a reír, se finaliza la sesión y el paciente queda descansando.

Indiferentemente de estos casos aislados, tras haberla probado tanto como paciente y como fisioterapeuta, veo que no  es una terapia agresiva, sino que produce un efecto muy agradable; muy útil por sus aplicaciones en diferentes patologías y muy efectiva.


Espero que mis aportaciones hayan sido de interés y para cualquier duda o comentario podéis contar conmigo. 

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