Con los nuevos tiempos nos actualizamos y empezamos a usar electrodomésticos y herramientas que nos facilitan muchas de nuestras tareas diarias.
Es tan importante las posturas que adquirimos en nuestras tarea y actividades como en nuestro tiempo de ocio, en el cual podemos llegar a lesionarnos.
Con las nuevas tecnologías tendemos a pasar más horas estáticos y en la misma postura a parte de todas las horas que nos pasamos trabajando y repitiendo los mismos gestos. Olvidamos todos esas actividades al aire libre que nos benefician y que necesitamos para quitar el estrés del día a día y para desoxidar nuestro cuerpo.
A veces adquirimos posturas nefastas para nuestro cuerpo porque nos parecen más cómodas, pero que a largo plazo son más perjudiciales.
A veces adquirimos posturas nefastas para nuestro cuerpo porque nos parecen más cómodas, pero que a largo plazo son más perjudiciales.
Una imagen que nos encontramos habitualmente es esta que tenemos a nuestra derecha, nos llama la atatención la posición del cuello cuando usamos algún smartphone, tablet, libros electrónicos. . . "Posturas Smartphone" podemos denominarlas.
A parte de tener alguna lesión por no ver por donde vamos caminando o no estar atentos, adoptamos con nuestro cuello una postura antifisiológica por esta nueva moda.
Con la "postura smartphone" tenemos la tendencia a un flexión excesiva de la zona cervical la cual puede ser la causa de numerosas algias en la zona y llegar a causar patologías importantes en un breve plazo de tiempo.
Según la posición de flexión del cuello, estamos ejerciendo más o menos peso sobre nuestro cuello.
Con esta sencilla imagen podemos ver la posición incorrecta que llegamos a adquirir y lo dañina que puede resultar.
Una pequeña flexión de 15º podría suponer para el cuello unos 12Kg, en unos 5 minutos en la cual podemos llegar a estar como mínimo sería unas pequeñas molestias pero que a largo plazo se convertirían en secuelas importantes.
Ahora imaginaros la peor de las imágenes, en la cual tenemos el cuello totalmente flexionado hacia abajo, unos 60º. Así ejerceríamos una fuerza de 27 kilos sobre nuestro cuello. Importante cantidad cuando se trata de posiciones continuadas.
Estas posturas acortan la musculatura anterior, dañando la estática y dinámica de nuestro raquis cervical. Así aparecen numerosas patologías desde más leves, como tensión en la musculatura cervical por una rectificación cervical, hasta patologías más severas como protusiones cervicales y hernias. Causando compresiones que desencadenan, cervicobraquialgias (irradiación hacia los miembros superiores), vértigos y/o mareos.
Tras el trabajo y otros posturas deberíamos de estirar y mover un poquito nuestro cuello y hombros. Con unas series sencillas de pautas de ejercicios aliviaríamos tensiones del miembro que sustenta nuestra cabeza.
Con unos simples movimientos:
- Flexión hacia delante de la cabeza
- Extensión
- Girar hacia la derecha y luego a la izquierda
- Inclinaciones hacia la derecha y hacia la izquierda. Mantenerlo unos 15 segundos (reforzar esta posición con la mano contraria sobre el lateral de la cabeza para potenciar el estiramiento)
- Flexión hacia delante de la cabeza
- Extensión
- Girar hacia la derecha y luego a la izquierda
- Inclinaciones hacia la derecha y hacia la izquierda. Mantenerlo unos 15 segundos (reforzar esta posición con la mano contraria sobre el lateral de la cabeza para potenciar el estiramiento)
- Realizar giros hacia atrás con los hombros (sobre 10-15 repeticiones)
* Importante que estos movimientos y estiramientos no produzcan dolor, si una leve sensación de tirantez. Adquiriendo una rutina y realizar estos ejercicios al levantarnos y al terminar el trabajo u otras tareas que nos repercuten en nuestro cuello, lograremos tener menos lesiones.
Espero que os haya sido de utilidad y cambiemos algunos de nuestros hábitos que nos puedan estar perjudicando.